Llega el concurso, la venta de entradas y de nuevo la misma gente de Cádiz despotricando y tirando por tierra al aficionado que espera en la cola, el año pasado que si el sofá, este año que si no tiene pa’ comé y mira comprando entradas, etc, etc…
Me resulta bochornoso ver como gente que ha formado y forma parte de esta fiesta abanderen la palabra absurda del desprestigio al aficionado porque no compra por internet, sino que pasa frio, se quita de cualquier otra actividad y aporta su capital para comprar una entrada para el falla, el COAC, o el Concurso.
Desde falsos hasta flojos, desde meonas hasta “piliinguis”, por ser un poco fina, y una serie de calificativos que no tienen ningún sentido, se dilapidan contra las personas que lo único que quieren es tener la seguridad de poder ver a su agrupación favorita la primera vez que concursa este año.
Sin el aficionado el Carnaval no es nada, si no se venden entradas, sin público no hay televisión, no hay derechos de imagen, no hay contratos, no hay espectáculo, si que seguirá habiendo Carnaval, pero no concurso y me fastidia de veras haber leído a personas que comiendo de esto, que habiendo ganado dinero a costa de ese mismo aficionado que harto de humedad lo idolatra, diga que son entre otras cosas parásitos y que así nos va en Cádiz.
Claro que hay quienes por acreditación o entrada de favor no harán cola, o como hace unos años con la reventa, se les encargaban directamente las entradas y no había que estar expuesto ni a que se le viese en la cola ni a pasar frio ni coger esta bendita humedad gaditana.
Como siempre nosotros mismos somos los primeros que damos el mal ejemplo no sólo mostrando los puntos débiles de una tierra que no tiene maldad, sino abriendo de par en par la veda a aquellas personas que no saben ni de que va esto.
El Concurso está cambiando por la difusión que ha tenido y la mala difusión que desde las redes sociales se hace de él, siempre se ha dicho que dentro de este concurso hay muchos otros, no compiten entre todas, cada agrupación sabe el nivel que tiene y que espera alcanzar y conoce perfectamente a sus rivales en la batalla. Pero hoy dia esos concursos están en divisiones muy diferentes, mientras unos cantan en 3×4 sintiendo la historia de la fiesta, otros comercializan su espectáculo, y son muy lícitos los dos y todas las formas que hay por medio pero no creo que se deba desvirtuar el sentido del aficionado que premedita la desgracia de otro grupo que no es su favorito, o no es el que conoce.
Me refiero al episodio puntual de la pancartita en contra de un autor y su grupo, eso sobra, defiende al tuyo pero no tires a nadie, no sabes que aquí se respeta y se valora a los autores de Carnaval, a los que consiguen que desde pequeños por nuestra cultura de la que ellos forman parte fundamental, veamos al mundo más allá de Cádiz, tengamos la libertad de expresión como primer mandamiento y la facilidad de comunicarnos en armonía, de reírnos de nosotros mismos y de reflexionar ante los problemas colectivos.
La cola del Falla, no es motivo ni de vergüenza, ni de mala imagen, ni de pobreza, ni de nada negativo, es la ilusión, la alegría, el ahorro, la afición, el inicio del Concurso…
Temas como que los autores de premios tengan que hacer cola o que los familiares directos, después de que hacen posible las agrupaciones estando en casa con las obligaciones del hogar y los hijos solas sin la ayuda de sus maridos en esos meses de ensayo, queden sin ver a su agrupación son flecos que aún tienen que remendar en ese telón que este domingo se subirá para que empiece la función, unas estarán bien y otras como yo ahora desafinando.
Sin comentarios por ahora.