De Victoriano Ayuela hasta Alejandro, la portería del Cádiz siempre tuvo excelentes inquilinos (1ª parte)

Ocio/Cadiz Club de Fútbol
La centenaria historia amarilla está llena de grandes guardametas

Hoy en Universo Gaditano comenzamos esta primera entrega en la iremos repasando década a década los diferentes cancerberos que a lo largo de los más de cien años de historia de la entidad cadista han defendido la portería del conjunto gaditano. 

La de guardameta puede ser la posición más ingrata del fútbol, ya que muchas veces se le adjudica responsabilidad en la derrotas y se lo ignora en los triunfos. Sin embargo, un arquero con rápidos reflejos, nervios de acero para cortar centros, buena distribución del balón, o incluso capacidad de anotar goles en el arco de enfrente, puede ser tan desequilibrante para su equipo como un buen delantero. 

Pues bien, en relación a la figura del arquero y conocedores de la noticia publicada por varios medios de comunicación el pasado día 12 de noviembre relativa al percance sufrido por el actual entrenador de porteros de la UD. Almería y ex guardameta del Cádiz CF. Ángel Férez, el cual sufría dos ictus durante el viaje que su actual equipo realizaba a tierras navarras para enfrentarse al Atlético Osasuna en partido correspondiente a la decimotercera jornada de la liga BBVA, comenzamos esta serie de reportajes que de algún modo servirán como muestra de apoyo y estímulo al bueno de Férez. Esperando una total recuperación del meta sevillano, iniciamos este apasionante viaje por la historia del Cádiz C.F. contada a través de sus guardametas. 

Década de los 30 

En los turbulentos años treinta con una guerra civil de por medio y en los inicios del todavía incipiente balompié gaditano, nos encontramos como primer portero de lo que por aquel entonces era el Mirandilla Fútbol Club, a Victoriano Ayuela, nacido el 22 de agosto de 1912 en la localidad guipuzcoana de Elgoibar. Ayuela procedía del Sevilla, era como todos los porteros vascos un seguro bajo palos y muy agil. Victoriano Ayuela no llego a debutar con el conjunto gaditano por lo que no pudo demostrar su valia y solo jugo dos temporadas en el Mirandilla, las que van de 1934 a 1936. Desgraciadamente motivos extradeportivos hicieron que las competiciones domesticas se tuviesen que suspender a causa de la contienda armada lo que produciría un impas de espera que duraría hasta el 39 cuando la guerra llega a su fin. Mientras se producía el conflicto armado se siguieron jugando partidos pero sin ser una competición propiamente dicha y los encuentros eran de carácter amistoso y con el único fin de olvidar durante noventa minutos la desgracia que se cernía sobre España. 

Pero dejemos al margen guerras, adversidades y desgracias y centrémonos en lo que realmente nos interesa, el futbol y los guardametas del Cádiz. Así durante las temporadas que van de 1933 a 1944, Antonio García Pérez, jugo tanto en el Mirandilla CF. como en el Cádiz FC y en el desaparecido Hércules de Cádiz.  Los partidos disputados por García como era conocido futbolísticamente suman la cifra de 45 en total ya que por aquel entonces no había la cantidad de encuentros que tenemos en la actualidad. 

También en la ominosa década de los años treinta, tenemos como arquero a Aurelio Omist Riol. Defendió la portería del Mirandilla durante dos temporadas, las que van de  1934 a la de 1936, esta ultima en segunda división. Omist también fue Entrenador-jugador en la última parte de la temporada 35-36 para posteriormente entrenar al Lugo, Palencia, Béjar y Ponferradina entre otros equipos. 

Década de los 40 

El gaditano Rafael Rodríguez Aguirre defendió los colores del Cádiz CF. en una década bastante nefasta para el conjunto gaditano. En la temporada 1942-43 el Cádiz de 14 partidos jugados gana cuatro y empata tres lo que supone el descenso de los amarillos a Tercera División. Falete, jugaría hasta el año 1947 y como fecha de su debut encontramos el 10 de octubre de 1943 en un partido ante el Algeciras correspondiente a la jornada número tres de la tercera división y que el conjunto gaditano empata a uno en el desaparecido campo del Mirandilla. Tras su paso por el Cádiz, Falete ficha por el Xerez CD donde colgaría las botas en el año 1952. 

Solo una temporada estuvieron en el conjunto amarillo, Cuesta y Fernando Pérez  Marquijana, ambos defendiendo los tres palos en la tercera división. 

Eduardo de los Santos Bahamonde, natural de Sevilla, fue cancerbero del Cádiz durante las temporadas que van de la cuarenta y siete a la cincuenta y uno, debutando contra el Larache en septiembre del cuarenta y ocho.

Y llegamos así, a uno de los porteros que se merecen que nos extendamos algo más en su biografía. Procedente de la Gimnástica de Torrelavega, Braulio Rubio Paredes milito durante nueve temporadas en el Cádiz (1947-1956) siendo uno de los porteros en la historia cadista que mas años continuados estuvo defendiendo la elástica amarilla. No en vano es el jugador que más veces vistió la camisola cadista en Tercera División. Considerado por muchos el mejor portero de la historia del Cádiz, Braulio que solo medía 170 centímetros de estatura lo que no fue nunca un obstáculo para que este asturiano destacase en su paso por el conjunto amarillo. Su seguridad en el blocaje, su excelente situación bajo palos y su decisión en los balones divididos hacían de Braulio un seguro de vida. Durante las nueves temporadas que estuvo en Cádiz Braulio tuvo muchas ofertas para marcharse pero nunca dejo la tacita, disputando su último encuentro el 15 de abril del 56 ante al Atlético Tetuán. Como hemos dicho anteriormente es considerado por los más viejos del lugar como el mejor portero de la historia cadista. 

Para muestra de la calidad de Braulio, aquí os dejamos una crónica de Diario de Cádiz de 9 de octubre de 1951 en la que podemos apreciar como el cancerbero asturiano era uno de los pilares fundamentales de aquel Cádiz de los cuarenta-cincuenta. 

“Y sea nuestro mayor y cálido elogio para el guardameta Rubio, que por su valentía, por su arrojo y por su pundonor en defensa de la camiseta que viste, resultó seriamente lesionado en una de sus salidas. Debemos decir de él que aparte de realizar formidables paradas que le acreditan como un portero con categoría para Primera División, con su valor hizo mucho para que la victoria gaditana se pudiera producir. En la salida donde resultó lesionado, el gol era casi inevitable, ya que estaba solo ante Cuenca, que al querer impedir que se apoderara del balón, le incrustó la bota en el pecho, produciéndose la fractura de dos costillas. Momentos antes había realizado otra arriesgadísima salida tirándose a los pies del extremo derecha, cuando el gol parecía también hecho. Rubio tuvo en este partido una actuación que el Cádiz no olvidará en mucho tiempo”.

Década de los 50 

La longevidad deportiva de Braulio en la portería cadista, hizo que durante los años cincuenta todos los porteros que se fichaban, tenían la condición de suplente del asturiano. Así nos encontramos en la mitad del siglo XX con nombres y ya jugando el conjunto cadista en el recién inaugurado Estadio Ramón de Carranza, recordemos que su bautismo fue en 1955, a guardametas como Carracedo, Ginesta, García Ojeda,  Goyol, Farrés, Garatea, Mis, Roa, Eguren, Sanz o Argüelles. Como anécdota cabria destacar que Luciano Vicente Argüelles, era hermano de la mujer de Braulio y solo jugó una temporada en el conjunto cadista (1953-1954). Viendo que no podía superar a su cuñado decidió emigrar al Portuense para probar suerte y tener así algunos minutos. Otro de los damnificados por Braulio fue el bilbaíno Norberto Eguren, que termino su carrera como entrenador del CD. Logroñés entre otros. 

Década de los 60 

Comenzamos los años sesenta, años del fracaso de EEUU en Vietnam, de la consolidación de la clase media, de la contracultura y los movimientos estudiantiles; la experimentación y la Guerra Fría. España y la generación ye-ye, vieron desfilar por el Estadio gaditano a guardametas de la talla de Rafael Ripoll que debuto en un Cádiz-Mestalla del año 1961. Natural de Alzira, jugó en primera con el Atlético de Madrid durante dos temporadas, retirándose en el Español de Barcelona en 1964. 

Otro de los arqueros que pasaron por la entidad entonces ubicada en la calle Cánovas del Castillo fue Francisco Domínguez López de la temporada 1964 a la 1966. El de Santiponce, debuto en un Cádiz-Tenerife del año 1964, jugo además del Cádiz en el Betis durante cinco temporadas, siendo tres de ellas en la máxima categoría. Domínguez López fue de aquellos porteros de una sobriedad y serenidad bajo palos que hacían que la defensa se sintiera muy a gusto cuando el sevillano estaba bajo los tres palos. 

Guillermo Guiote Ordóñez, jugó en varios equipos amateur de su granada natal para finalmente recalar en Cádiz en la temporada 1964. Los estudios de medicina tuvieron la culpa de que el granadino terminara defendiendo la portería cadista, pero debido a la competencia con Domínguez y Bermúdez, volvió a su tierra donde continuo jugando pero no a nivel profesional. Actualmente ejerce como medico en Córdoba. 

Las escasas oportunidades de Guiote tienen un culpable y ese no es otro que José Bermúdez Melero. Un cancerbero con una gran agilidad, un excelente despeje de puños  y una gran seguridad bajo palos a lo que hay que unirle su gran profesionalidad. El jienense, estuvo en dos etapas distintas en el Cádiz, una primera entre 1962 y 1968 y una segunda entre 1972 a 1974. Además de en el equipo cadista jugó en primera división con el Celta de Vigo y en el Córdoba (1972) el la ultima vez que los andaluces han militado en la primera división. 

El onubense Molina, con una gran trayectoria profesional en equipos de la talla del Sevilla o el Córdoba, debuto en un Burgos-Cádiz de 1969 y solo jugo esa temporada en las filas cadistas. Para finalizar la década y procedente del Sanluqueño, llego a la tacita, Beni (Benito Castiñeira Pantoja), jugo cuatro temporadas en el conjunto amarillo (De 1969 a 1973) jugando un total de 327 minutos. El de Sanlúcar curiosamente solo milito una temporada en el equipo de su tierra realizando toda su carrera deportiva en equipos de la Bahía de Cádiz caso del San Fernando y finalizando su carrera en el Don Benito en tercera. 

Otros guardametas que vistieron la elástica amarilla en la década de los sesenta fueron Ignacio (1959-1961), Hilario (1960-1961), García II (1962-1963), Las Heras (1963-1964 y Mesa Cruz que estuvo a prueba con el Barcelona pero su fichaje no llego a cuajar. 

Por hoy aquí lo dejamos, el próximo jueves continuaremos con la década de los setenta hasta la actualidad donde encontraremos a guardametas de la talla de Santamaría, Bocoya, Recio, Súper Paco, Szendrei, Bermell, Claudio, Andoni Cedrún, Armando o el propio Férez y algún que otro fiasco como el del meta croata Zoran Varvodic por citar solo algunos ejemplos. Son los años más gloriosos de la entidad amarilla y donde el equipo gaditano vive sus momentos de mayor prestigio dentro del panorama futbolístico español. 

(Continuara….)